miércoles, 16 de diciembre de 2015

Playas.

Y lo que más me acojona
es cuando el pasado se pasa de frenada,
cuando llega a tu puerta derrapando
y con las ruedas humeando.

Necesito una dosis de tu miedo,
que me vuelvas a querer a medias,
necesito que me destroces,  
que me vuelvas a arrastrar con tu marea.

Y es que, 
cuando creo que he encontrado otras cosas,
llegas tú por la espalda,
y entonces,
me deja de interesar mirar hacia el frente.

Supongo que es algo así,
como estar en la pirámides
y mirar hacia el desierto.
Imposible, me refiero.

Como imposible es que
esos viejos sueños disfrazados de nuevos
no enloquezcan con el sonido de tus zapatos.

Hoy he querido gritar tu nombre,
y al final me he quedado mudo.

Mudo porque las ganas se desgarran,
mudo porque el querer a veces no basta,
mudo porque no soy  parte de tu alianza.
Mudo porque todos los cosas amargan
salvo naufragar en tus  playas.

Supongo, que cuando más manos
se necesitan para remar y llegar a tierra,
es cuando más gente se baja del barco.

Y  claro así me pasa,
que el resto de playas se quedan ahí,
olvidadas.

@RubenCalvo8

miércoles, 2 de diciembre de 2015

¿A que suena Diciembre?

Enero suena a una nueva oportunidad,
Febrero a que los sueños se mueren de frió,
Marzo suena a desabrochárse la chaqueta,
Abril a la plenitud de la primavera,
Mayo a ser el primero en colocar la sombrilla.

Y así podría seguir describiendo el sonido de los meses del año,
pero a mí no me gusta la Navidad,
y mucho menos el ruido de Diciembre.

Porque Diciembre suena a la desilusión de 11 tatuajes
de los que te arrepientes y a una única oportunidad
para dibujarte algo inolvidable.

Suena a gente que no sabe lo importante no es volver
si no, no haberse ido nunca.

A gente que no comprende que volver por navidad
es algo que ya todos sabemos.

Suena a pensar en los propósitos del año siguiente,
sin terminar de cumplir los esté.

A prepararte para las 12 uvas,
antes de dar sentido a las 12 anteriores.

Pero  hoy me he dado cuenta de que
Diciembre también suena a los últimos deseos
antes de que salga el tipo del trineo.

A que no quedan balas en el cargador
pero si una oportunidad en la recamara.

Diciembre suena a disfrutar un rato más de esas personas
que cuando te das cuenta, ya son para siempre.

Al ruido del motor de quien acelera
aunque esté viendo ya los cuadros de la bandera.

Pero sobre todo, Diciembre suena a golpecitos de piedras
sobre tu ventana de quien nunca tira la toalla.

Diciembre debería sonar a ser feliz,
y aunque sea después de 11 intentos,
esperemos que él, no cese en su empeño.

@RubenCalvo8

miércoles, 25 de noviembre de 2015

El amor no duele.

El profesor continuaba escribiendo formulas en la pizarra y él escribía en su cuaderno sin levantar la mirada para ver la pizarra, la levantaba pero solamente miraba a una chica sentada un par de filas delante suya. Ella si miraba a la pizarra, apuntaba lo que el profesor explicaba alternándolo con unos cuantos secretos que compartía con su compañera. Él volvió a bajar la mirada y continuo escribiendo algo en su cuaderno pero para él era demasiado complicado evitar la tentación de mirarla. Volvió a levantar la cabeza y vio como ella se reía levemente tapando su boca con la mano, él solo supo suspirar agachar la cabeza y continuar escribiendo.

Pasaron los minutos hasta que sonó la sirena que avisaba que la clase había terminado, él se levanto y se dirigió hasta delante de la mesa, ella no se dio cuenta porque seguía copiando las formulas de la pizarra, al darse cuenta levanto la mirada y él le pregunto sonriendo -¿Qué tal lo llevas? Ella junto las palmas de sus manos y las escondió entre las piernas presionándolas con los muslos y sonriendo le contesto –Pues bueno, no muy bien. Son un montón de formulas… Pero bueno ya veremos- dijo para finalizar. Él la sonrió y la dijo –Yo si quieres puedo ayud… -Se detuvo al instante al ver al chico del corazón de madera frente a la puerta de la clase. Él lo miro y retrocedió un paso de ella mientras el chico del corazón de madera lo miraba con odio. El chico del corazón de madera entro en la clase con decisión y ella entonces se percató  y se giro dejándolo a él a su espalda y mirando al chico del corazón de madera, mientras se acercaba a ella a un le dio tiempo a volver a mirar a su espalda y mirarlo a él, dejándolo una mirada de esas que esconden una gran pena. El chico del corazón de madera la saludo y la beso, la enrollo con sus brazos pasándoselos por detrás del cuello y ella lo agarro de la cadera. Mientras salían el chico del corazón de madera se volvió con la cabeza para mirarlo por última vez, una de esas miradas que esconden un gran odio.

Él se quedo de pie frente a la mesa de ella, pensando en cómo ella no se había dado cuenta de todo aún, cuando volvió en sí se percato de que todos ya habían salido al patio y que estaba solo en la clase. De repente se puso en movimiento, y se dijo en voz alta –Que le jodan-. Fue hasta su mesa y arranco la hoja en la que, durante la clase, estuvo escribiendo. La fue doblando con cuidado hasta que quedo pequeña, se acerco a la mochila de ella y arrodillándose la dejo caer en el interior del bolsillo pequeño de su mochila. Se puso en pie de nuevo soltando un suspiro, uno de esos que son como si no tuvieras vuelta atrás y salió al patio.

Ya se habían acabado todas las clases, y él estaba en la verja esperando, como siempre a que ella saliera para verla por última vez. Ella estaba con el chico del corazón de madera y cuando él los vio suspiro. El chico del corazón de madera se saco un paquete de tabaco del bolsillo de la chaqueta y la dijo –Guárdamelo-. Ella le reprocho pero finalmente lo cogió y lo guardo en el bolsillo pequeño de su mochila, al ir a sacar la mano noto algo y saco una hoja de cuaderno cuidadosamente doblada. El chico del corazón de madera le pregunto - ¿Qué es eso?- Ella le respondió –No lo sé- y empezó a desdoblarlo, él mientras tanto se puso muy nervioso contemplando la escena y susurrando –Ahora no… ahora no-. Cuando ella termino de leerla se dio cuenta como el chico del corazón de madera ya se acercaba hacia él.

Él sin saber que hacer extendió los brazos hacia el chico del corazón de madera en señal de disculpa pero cuando llego le propino un puñetazo en el ojo izquierdo, uno de esos puñetazos que son como si te golpearan con una barra de acero. Él cayó al suelo irremediablemente y el chico del corazón de madera se inclino hacia él soltándole varios puñetazos más. Finalmente, entre varios chicos consiguieron apartar al chico del corazón de madera de él. Entonces fue cuando ella entro en escena, y arrodillándose ante él le dijo – ¿Estas bien? …Lo siento- entonces se escucho como el chico del corazón de madera le dijo que a ella que ya se iban. Ella, entonces le dijo – No deberías haberla escrito- se levanto y se fue mientras se la caían las lagrimas.

Él ayudado por otros chicos comprendió dos cosas, una que aquel chico no era del corazón de madera, si no el de los puños de hierro y segunda que ningún golpe duele tanto como perder, como perderla a ella.

Ella estaba tirada en la cama, como una colilla olvidada, con la cabeza escondida con la almohada, llorando, llorando todo lo sabía, lo que quería, lo que había perdido y lo que quería recuperar. Finalmente se levanto, se acerco hacia el baño y se puso frente al espejo. Comenzó a maquillarse, poniendo especial énfasis en tapar un moratón que tenia al lado de su ojo derecho. Mientras intentaba tapar el moratón se la empezaron a caer las lagrimas mientras recordaba los años pasados, cuando ella y su marido no eran más que estudiantes de instituto, cuando ella creía ser feliz a su lado. Al final, al no ser capaz de tapárselo por completo se coloco el pelo cuidadosamente para que se lo tapara. Y entonces mirándose al espejo, suspiro y se dijo –Soy fuerte-. Entonces, cogió su chaqueta y salió a la calle.
   
Ella deambulo durante un par de horas sin rumbo por las calles, hasta que se quedo detenida frente a un edificio y suspirando se decidió a entrar en él. Al entrar se quedo parada admirando el ajetreo que había en aquella comisaria. Entonces, una mujer vestida de uniforme le pregunto -¿Puedo hacer algo por ti? Ella asistió con la cabeza y siguió a la agente hasta la mesa que la indicaba con el brazo. Ambas se sentaron, cada una a un lado de la mesa y la policía la dijo- Cuénteme- entones ella se le comenzaron a caer las lagrima, esas que hace tiempo que se la deberían haber acabo y comenzó a hablar.

Él condujo a un hombre esposado hasta el coche y le introdujo en él mientras le decía –La próxima vez te lo pensaras dos veces antes de vender tu mierda frente a un colegio. El hombre esposado no dijo nada, y él mirando a su compañero le dijo – Vamos a llevar a esté a comisaria. Su compañero asistió con la cabeza y ambos montaron en el coche.

Dejaron el coche en el aparcamiento de la comisaria y él se dirigió hacia la comisaria mientras su compañero lo seguía arrastrando al hombre esposado. Al llegar al hall de la comisaria, el policía de la entrada le pregunto a él - ¿Qué traes? Y él mirando al hombre esposado le respondió –Un tío vendiendo droga frente a un colegio. Él al entrar en la comisaria se quedo parado, parecía congelado por dentro pero en realidad donde estaba helado era dentro de él mismo. Una compañera suya que iba hacia la fotocopiadora al verle mirar a la mujer que ella misma estaba atendiendo le pregunto -¿Qué te pasa? -Él volvió sobre sí mismo y sin dejar de mirarla la contesto -¿Qué la pasa? La policía la contesto –Violencia de género, otra más dijo para concluir.- Ella mientras tanto seguía absorta en sus pensamientos, sin ser consciente de nada de lo que sucedía a su alrededor, simplemente miraba una grapadora que había en la mesa sin pestañear, simplemente pensando. Él se dio cuenta de que su compañera llevaba la denuncia en la mano la dijo – Tomate un descanso, yo me encargo, la conozco.- Él sin esperar la respuesta le quito la denuncia de las manos y se acerco hacia la mesa en la que ella estaba sentada. La policía a pesar de no estar demasiado conforme no le dijo nada.

Él se sentó en una silla frente a ella y mirándola la pregunto- ¿Qué te ha pasado?- Ella levanto la cabeza para mirarle a los ojos y entonces se dio cuenta –Eres tú ¿Qué haces aquí?- Él la sonrió y la respondió -Trabajo aquí, ¿Quién ha sido?-  Ella se quedo callada por un momento y avergonzada le contesto –Al final nos casamos, unos años después de acabar el instituto, al principio todo iba bien pero no sé… hace algún tiempo cambio… realmente él no es malo, solo qu..- Entonces, él la corto cuando a ella se le empezaron a saltar las lagrimas diciéndola - Para-  Él se acerco a la silla donde ella estaba sentada e inclinándose la dijo mientras apartaba el pelo que tapaba el moratón –No es necesario que me des más explicaciones, no debes sentir vergüenza, no es culpa tuya. ¿Sabes? Aquel día, con las matemáticas, no pude ayudarte, pero déjame que lo haga ahora. Ella entonces sonrió levemente, y evadiendo mirarle a los ojos por vergüenza le dijo –Realmente no es por eso, es solo que...- a ella le costaba mucho termina y él agarrándola la mano la dijo- Dime- Ella miro hacia su mano y como él se la había acariciado y como con fuerzas renovadas prosigió diciendo- Pues que después de pasara aquello, nunca más te volví a hablar, pero en realidad siempre quise hacerlo. Solo que tenía miedo de que te volviera a hacer daño. Él sonrió y la dijo –No te disculpes, no fue culpa tuya.- Ella para acabar simplemente le dijo-Lo siento- Él no contesto y solamente la volvió a acariciar la mano, ella bajo la mirada al notar el contacto y después levantó la mirada para volver a verle y le sonrió, una de esas sonrisa que son como si te hubieras quitado un peso que llevaba demasiado tiempo sobre  tus hombros. Él volvió a su silla para sentarse mientras la pregunto -¿Sabes dónde está? -Ella negó con la cabeza y contesto –Discutimos y se marcho. Él entonces dijo-Vale, entonces ahora mi compañero y yo le esperaremos en tu casa, hasta que regrese.- Y sin decir nada más ambos se levantaron y ella por primera vez en mucho tiempo tuvo una sensación de seguridad.

Los tres estaban sentados en el salón, ella, él y el su compañero policía. Llevaban ya varias horas esperando sin apenas hablar, ella y él solían cruzarse miradas en las que no estaba muy claro si tenían miedo, o estaban contentos. Entonces, se escucho algo tras la puerta de la calle, y una llave comenzó a introducirse en la cerradura, ella se puso muy nerviosa. Los tres se levantaron mientras la puerta se abría. Se abrió y allí estaba el que hasta hace no tanto era el chico de los puños de acero y que ahora era un hombre. El hombre de los puños de acero al ver a los dos policía dijo mirándola a ella-¿Qué coño pasa aquí?- y fue entonces, cuando casi ni siquiera había terminado de hablar se percato de que conocía a uno de esos dos policías y gruñendo enfadado grito –Tú otra vez- Él entonces, con algo de miedo le dijo –Estás detenido- El hombre de los puños de acero en instante cogió una pequeña figura metálica que había en un mueble a la izquierda y con él golpeo al segundo policía que aun no había abierto la boca en la cabeza dejándolo inconsciente en el suelo. Esté cayo inconsciente casi en el acto. Él saco su pistola de la funda y cuando iba apuntarlo para intimidarlo noto como un objeto le golpeaba en el hombro dejando caer la pistola al suelo. El hombre de los puños de acero aprovecho el momento para abalanzarse sobre él, pero ella cogió la figura y golpeo al hombre de los puños de acero mientras decía –Esta vez no te lo voy a permitir-  mientras ambos forcejeaban, el hombre de los puños de acero se resintió por un momento pero no lo suficiente para que él pudiera reducirle ya que apenas podía mover el brazo por el golpe en el hombro y al final acabo en el suelo. Ella mientras tanto al ver como el hombre de los puños de acero se acercaba retrocedió pero este la golpeo dejándola tendida sobre sofá. Él al ver como la golpeaba se levanto y dejando el miedo que al principio tenía, se abalanzo sobre él con rabia y lo golpeo con fuerza varias veces gritando –No voy a permitir que la vuelvas a tocar, hijo de puta-. Su compañero se levanto desorientado y al verle a él golpeándolo se acerco rápidamente y lo empujo diciendo –Déjamelo a mi.- Entonces el policía le coloco las esposas- Y él se acerco a ella, que estaba llorando y abrazándola la consoló.
El policía ya había subido al coche al hombre de los puños de acero, él estaba con ella frente a la puerta y la dijo –No te preocupes, no volverá a hacerte nada, ahora tengo que irme.- Ella rápidamente le dijo –No, quédate conmigo, por favor- él simplemente pudo asistir con la cabeza.

Y así fue, como él se quedo en aquella casa hasta que llego el día en que empezó a llamarla hogar. Él entonces comprendió que por muchos puños de acero que tuviera, no era más que el hombre del corazón cobarde, y ella comprendió que nunca es tarde para pedir ayuda, que siempre te pueden ayudar pero, sobretodo, que el amor de verdad, no duele.

@RubenCalvo8

martes, 24 de noviembre de 2015

Apagar el sol.

Me he dado cuenta de que tengo muchísima suerte,
porque he tenido la oportunidad de conocer
a una de esas personas que te hacen comprender
que la nostalgia no son momentos si no eso, personas.

Tengo muchísima suerte
porque los momentos no vuelven
pero a veces, las personas sí.

Y es que al final,
todos queremos que nos echen de menos,
pero nadie hace nada por demostrarlo.

Así que nos hacen andar por calles
que ni siquiera conocemos,
de ciudades que ni esforzándonos recordamos.

Estar si ti, es como deambular por el desierto,
muriendo de sed y calor
esperando que alguien llegue
y apague el sol.

Que no sé si es lo bueno o lo malo
pero tengo más riesgo de naufragio
en tú orilla que en los océanos de otras,
y eso supongo que significara algo.

La verdad es que incluso hoy 
que hay gente que bendice a dios antes de saltar por los aires,
que  nos hemos acostumbrado a vivir con un poco de miedo.
todos los míos siguen teniendo que ver contigo,
o mejor dicho sin ti.

Así que si tú me apagas el sol,
yo, te arropo el invierno.

@RubenCalvo8

viernes, 13 de noviembre de 2015

La chica que no me aguantaba la mirada.

Hay gente que es especialista en entrar a la pata coja, romper tu rutina y dejar claro que no va a ser otra más en tú vida. Y luego esta esa gente que agacha la cabeza, que se pone las manos frente a los ojos cuando la miran, que es más difícil de comprender que un domingo de luces apagadas.

Y luego la vida te sorprende, y aquella que entraba a la pata coja todos los sábados por la noche acaba saliendo de ellos por una puerta secundaria porque la grande la tienen reservada a una chica que cierra los ojos con fuerza y quiere desaparecer mientras avanza.

¿Quién me iba a decir que aquella chica de la camiseta de Batman sería más mala que algunas mafias? La única capaz de robarle el anillo a Gollum y para luego collejear a Frodo. Capaz de salvarte de palizas que ella misma te buscaba.

Así es ella, y eso que como he dicho agachaba la cabeza cuando la miraba. Y ahora que ya ha pasado un tiempecito desde que me aguantas la mirada déjame decirte una cosa.

No tenía pensado encontrar a una amiga como tú en un sitio como éste, pero Toledo sin ti, no sería Toledo.

@RubenCalvo8

viernes, 23 de octubre de 2015

Segundos.

A veces es tan solo un segundo
el que te hace comprender que algunas vidas
se pueden resumir en un suspiro,
en una mirada, en una de sus muchas risas.

Pueden pasar muchas cosas en un segundo,
puede una niña romper a llorar,
rompiendo así todos los corazones
de quienes no pueden ver lagrimas
en las cosas bonitas.

Puedes besar a esa chica
y prometerte que la seguirás
besando siempre que puedas,
siempre que quiera.

Puede empezar a caer gotas del cielo
y hacer crecer así una de esas margaritas
a las que luego tú le avasallas
preguntando si te quiere o no.

Pueden pasar muchas cosas en un segundo,
puedes enamorarte, mirarla, sonreírla,
rozarla, besarla, abrazarla e incluso todas a la vez.

Pueden pasar muchas cosas en un segundo,
y yo sigo empeñado en elegirte a ti, en cada uno de ellos.

@RubenCalvo8

domingo, 18 de octubre de 2015

Media naranja.

Creo que ha llegado el momento
de dejar de hablar de clavos
que sacan otros clavos
o de medias naranjas.

Porque el amor es
mucho más típico
que tópico.

Mi única verdad es que el mundo
sería mucho más tranquilo
si no se soltara el pelo,
pero mucho menos bello.

Y que todas las noches serian luna llena
si todas las veces se reflejara en su espalda
porque no existe mejor manera
de perder la cabeza que con ella.

La verdad es que me hubiera gustado
que hubiera sido mi media naranja,
así cuando se marchará
me quedaría la otra media, para ir tirando

Pero la verdad es que soy un autentico desastre,
se me da mejor preguntar que responder.

Porque soy la letra “Z” siempre que se queja por no entender
porque siempre su nombre aparece en último lugar.

Soy la “B” preguntándose
porque siempre su éxito depende
del fracaso del primer plan.

Soy la “H” cuando no soporta
no poder gritar.

Pero sobretodo soy la “Y”
enfadada por no entender
porque no se siente de este lugar.

Estoy tan perdido tras dejarme devorar por las fieras,
que ya tan solo me vale la naranja entera.

@RubenCalvo8

martes, 29 de septiembre de 2015

El mejor error.

¿Y cómo es posible que algunas de sus sonrisas arropen más que todos los abrazos de otras? Ha vuelto Septiembre, el otoño y ya asoma el frío, con él llegan las despedidas, los reencuentros con los “me alegro de verte” esos que se gritan y esos que se dicen en silencio.

Este verano he aprendido que a veces es necesario ver las caídas de otros para darte cuenta porque tú siempre te hacías tanto daño, me ha hecho falta ver a kamikazes del amor para darme cuenta de que en realidad no tropezaba, si no que me tiraba desde el acantilado esperado que alguien me recogiera abajo.

Anoche me volvieron a decir que si haber si a base de errores acabo aprendiendo, pero que le vamos a hacer, mi vida es como una de estas camas que chirrían, la odias sí, pero no la cambiarias por ninguna otra.

También he conocido a gente que quería encontrar su historia, quería que su vida  fuera como una película de Hollywood, pero que siempre se acojonaba al arriesgar.  ¿Que seria del Titanic si Di Caprio no se hubiera atrevido a mirar a las primera clase?, ¿qué sería de la vida sin un poquito de riesgo?

Es verdad que en el amor arriesgar suele ser un error, pero nunca es tan bonito equivocarte como en el amor. Y no es por homenajear a Fito pero yo tambien me equivocaria otra vez, pero solo contigo.

@RubenCalvo8

martes, 1 de septiembre de 2015

La hija de las mareas.

Eres esa chica que me haría jurar
por todas la santos
que sé y las que invento.

Tiene esa mirada que marcaría
el ritmo de las olas
de cualquier playa inexplorada,
Para luego volver a mirar con la sencillez
de quien no controla la marea.

Estar a su lado es
como llevar un chaleco antibalas,
te sientes a salvo
aunque tengas que llevar una bengala
por si te mata con la mirada.

La vida está hecha para reír,
para reír alto, bajo, con ganas
y cuando quieras, pero reír.

Y si la risa es la vida,
es tu sonrisa quien me da la mía.
Es como uno de esos acantilados
que quedan preciosos en las fotos,
pero que siempre guardan un poco de riesgo,
de miedo.

Que no hay lunes que tus piernas no sepan torear,
ni viernes en los que no puedan brillar.

Se te ve preciosa de día,
inmensa e infinita de noche,
quizás es que al final va a ser verdad
eso de que es la hija de las mareas.

Eres como un pedazo de mar
tomando el suelo de prisionero,
conquistando mi vida,
una bahía de esas que inspiran poesía.

@RubenCalvo8

miércoles, 26 de agosto de 2015

Veranos.

Algo no va muy bien,
cuando en pleno Agosto
echas de menos el frió de Enero.

Esta noche,
como la noche pasada,
la anterior y todas las demás,
se ha quedado una luna perfecta
para echar de menos.

¿Porque quien es capaz 
de vivir sin mirar atrás, 
cuando aun no sabe hacia dónde va?

¿Porque como alguien puede
levantarse de la cama, 
sabiendo que los sueños de la noche 
se quedaran esposados contra la almohada?

¿Con que cara puede uno 
resignarse a no abrazar a la felicidad,
cuando la ve de frente pasar?

¿Quién es lo suficientemente valiente
como para volver a torear al destino,
tras tanta cornada sin punto de fuga?

Dicen que cada verano tiene su historia,
y que todas las historias merecen la pena,
así que imaginad las de verano.

Como dijo Benedetti el mayor error
del ser humano es tratar de sacar de la cabeza,
aquello que no sale del corazón.

A sí que imaginad mi error,
al tratar de hacerlo en verano.

El merito no está en perderse donde siempre,
sino en encontrarte donde antes siempre
te perdías, o al menos eso yo me repetía.

Empecé el verano decidido a follarme la vida,
y lo acabo habiendo sumado solo otra caída.

@RubenCalvo8

lunes, 10 de agosto de 2015

Como si nada.

Nadie más perdido que yo al encontrar tus ojos.
Nadie más osado que yo al buscarte.
Nadie más idiota que yo por tenerte
entre las venas y las arterias.
Nadie habría jurado que me estaba volviendo a pasar,
ni siquiera yo.

Estaba acojonado en ese lugar
donde los sueños dan más ganas que miedos,
y eso que como digo estaba acojonado.

Te buscaba, mientras calculaba
la mejor ruta de escape
para sí aparecías a la par que el miedo.

Llevaba todo el jodido día pensando en ti,
como quien piensa en rendirse,
sin terminar reconocértelo.

Como se puede explicar este miedo
tan natural y la vez tan irracional al pensarte.
Como se puede explicar lo que se siente queriendo,
no a cualquiera, si no a ti.

Estaba acojonado,
pero como he dicho era un lugar
donde las ganas goleaban al miedo,
y me quede sentado, esperando,
esperándote a ti.

Y si, apareciste,
como si nada,
como volando,
como si nadie más te viera como yo.

Continuaba teniéndote miedo,
pero no sé si por cuestiones de alianzas,
de diplomacia o del amor,
las ganas seguían venciendo.

No quería reconocerlo
pero tenía miedo de enamorarme,
no quería decirlo
pero tenía muchísimo más de no hacerlo.

Siendo objetivo, diría que no paso nada
aun que  paso de todo si soy subjetivo.

Que me miraste es cierto,
que me sonreís aun más,
Pero lo que hiciste en realidad,
daría para más mil poemas.

Luego pasaste a mi lado,
como si nada,
como flotando,
como si te hicieras más grande
por cada vez que te miraba.

Me pasaste y comencé a contarte los lunares
que se mostraban en tú espalda,
mientras escuchaba reír a Cupido
feliz por su buena puntería.

Y te alejabas,
como si nada,
como si no me hubieras
hecho comprender que el lugar
donde tú estuvieras,
siempre las ganas vencerían al miedo.

Y lo hiciste así,
como si nada.

@RubenCalvo8

martes, 28 de julio de 2015

Domingos de catástrofes.

Hoy no quedan sueños
que dejar para los domingos.

Se han agotado las palabras
que guardaba en el cajón de mi escritorio,
ya no quedan ni las sobras
de aquellas lunas llenas de poesía.

Hace tiempo que el vigía no avista un barco,
con el que hundirme e irme al fondo
hace tiempo que no me siento perdido en sus naufragios.

Soy las ruinas de una ciudad
sucumbida por el magna
que brotaban de sus labios.

Era una ciudad fronteriza
en tiempos de guerra de las
que siempre te mantiene alerta al cielo
para que no pillen por sorpresa sus bombarderos.

Las sirenas que a Ulises le cantaban,
el momento antes de que Pompeya cayera,
los escombros de Alemania después de tanta guerra.
Todo eso era.

Era una catástrofe,
y aun así, con ella,
hasta los domingos me apetecían.

@RubenCalvo8

lunes, 20 de julio de 2015

Caminos

Somos muy tontos, por complicarnos la vida cogiendo el camino difícil, que puede ser muy emocionante, pero es que a veces no somos capaces de avanzar en él.

Porque puede convertirse en un callejón sin salida y lo que esto tiene es que no vas a poder avanzar más porque siempre chocarás con la misma pared, tan solo puedes dar la vuelta y retroceder.

Somos muy tontos, por no contemplar otra opción, por no darnos cuenta de
que hay otros caminos sin tantos obstáculos y que no tiene porque no ser tan emocionante, eso sí probablemente sin tantos sobresaltos, sin tantas veces que te quedas al borde del precipicio.

Y no voy a ser yo quien te diga que este "camino sencillo" va ser el que te lleve a tu destino, pero ¿y si este es el acertado?

Que es verdad que nos gusta complicarnos la vida pero creo que esto también es arriesgar, porque arriesgar no es solo coger el camino lleno de obstáculos que superar, si no también lo es coger otro camino, otro sendero, al fin y al cabo seria coger otra oportunidad y supongo que siempre hay complicaciones al arriesgar.

@RubenCalvo8

miércoles, 15 de julio de 2015

Vete.

Vete.
Por favor, vete.

No quiero más,
no quiero ver más fotografías tuyas sonriendo,
no quiero que aceleres,
ni que te pares,
ni que te cambies de acera
para que no nos crucemos.

No quiero sorprenderme
al encontrarte detrás.
No quiero que me sigas recordando
todo eso que no llegare a lograr.

No quiero que otro 6 de Julio
me vuelva a decepcionar
porque tú no me vengas a felicitar.

Cuando te tropiezas una vez es culpa de la piedra,
cuando lo haces dos, es culpa tuya,
cuando lo haces una tercera es que eres un jodido gilipollas

Decir te quiero es como publicar
donde los dardos ajenos
te darían en plena diana.

Madurar es saber que
Nombrar al amor
no tiene sentido
si no comprendes que
es un 10% física,
un 10% química
y un 80% ella.

Por eso tengo esta herida
que sangra al 80% de su capacidad,
por eso no me terminas de matar,
por eso no termino de vivir,
por eso aun no sé del todo que es amar.

Es verano,
y aun así tan solo el 20% de mi calor
no tiene nada que ver contigo,
Es verano,
y el 80% de la culpa es tuya
`por hacerme tiritar.

Madurar es comprender,
que las respuestas abren más preguntas
de las que cierran.

Por eso hay preguntas
que es mejor no responder,
por eso es mejor evitar preguntarse
porque debería hacer caso
a esos 20 de cada 100 momentos
en los que prefiero que te marches.

Por eso no quiero ver tus fotografías,
Por eso no quiero que nos volvamos a cruzar,
Y por eso no quiero más cumpleaños
en los que te tenga que esperar
por eso no quiero terceras historias
con las que tener que mediar. 
Y por eso te lo diría 19 días más.

Por favor, vete.

@RubenCalvo8

martes, 30 de junio de 2015

Yo me encargo de la poesía.

Realmente, ¿Qué es poesía?
He leído todos los poemas
referidos a este tema
y aún no he encontrado
esa respuesta definitiva
que me diga que es realmente poesía.

Siempre he querido pensar
que como predijo Bécquer
poesía eres tú,
pero realmente aún no sé
si tú eres la poesía.

No sé si eres la metáfora
que aún ningún poeta escribió,
o eres las comparaciones
en la que siempre sales perdiendo
por no tener comparación,
o la anáfora de mi vida
por empeñarte siempre a repetirte
cuando levanto la cabeza de la almohada
por el recelo que le tiene la tuya a la mía.

No sé si eres la síntesis o la antítesis,
si eres la narración de una novela
o la rima en palabras de Neruda,
no sé si algún día te adaptaras a la poesía,
ni siquiera sé si algún día
te podre hacer justicia con uno de mis poemas.

Que está claro que eres
la introducción, el nudo
y el desenlace sin moraleja
de una historia que no entiende
de perdices ni finales felices.

Que me he tatuado tu nombre
Por debajo de la piel para que nadie
se dé cuenta que sigo enamorado
de poco más que tú recuerdo.


Que siempre he sabido
que soy un autentico idiota
por ser el que menos necesito
para perder el culo por agarrarte el tuyo.

Eres tan bonita que me has hecho caminar 
con la cabeza a ras del suelo, 
eres tan jodidamente bonita que has podido lograr 
ponerme los pies por encima del cielo.

Que chica, no sé si eres realmente poesía, pero da igual,
tú guárdame tus sueños en los parpados cada día
que ya veremos por las noches
que soy capaz de hacer yo con tú poesía

@RubenCalvo8

miércoles, 24 de junio de 2015

Deseos.

Te he querido, y te lo he susurrado
te estoy agradecido, y te lo he confesado
te he reprochado el final, y te lo he gritado,
te he sabido como parte del pasado, y te he escrito en presente
sé lo que te mereces para el futuro
pero aun no te lo he deseado.

Te deseo que encuentres a alguien
que cuando te vea experimente
todos los fenómenos naturales
de cintura para abajo
y solo sea capaz de sonreír
como un estúpido enamorado.

Te deseo que alguien te vuelva a hacer
la cuenta atrás hasta media noche
el día antes a tú cumpleaños.

Te deseo que cuando te pierdas
él este ahí e intente hacerte de mapa,
que sepa reconducirte aun a sabiendas
que vuestros caminos están separados.

Te deseo que te cure las heridas aun sabiendo
que con ello pueden reabrirse miles de sus cicatrices.

Te deseo que te pierdas con alguien
que aun habiéndose equivocado contigo
no pueda incluirte en su lista de errores de errores no forzados.

Te deseo que alguien te mire por mañanas
como quien mira un libro nuevo
y que todas las noches te susurre
que eres su historia preferida.

Te deseo que encuentres a alguien que te quiera
y que esta vez lo aceptes aun con sus errores
y que esta vez jamas lo dejes escapar
y que esta vez le des los besos que a mi me faltaron.

Te deseo alguien como yo te frote la mejilla
como si de una lampara se tratara
para hacer salir tu genio
y decirle que ya tiene todo lo que había deseado.

@RubenCalvo8


martes, 23 de junio de 2015

Acelerarnos.

Y tú fuiste y me miraste con esos ojos que piden guerra
y esa sonrisa que dispara flechazos cual cupido,
me tocaste el hombro y pase de 0 a 100 en dos latidos,
fundí el cuentakilómetros,
te tome todas las direcciones prohibidas
sabiendo que allí estaban tus curvas.
Nos pasamos de revoluciones,
sobre calentamos el motor y
llenamos de humo la habitación.

No me dí por vencido
y metí la ultima marcha
para ser el primero en ver
la bandera a cuadros en tu ventrículo derecho.

La verdad es que fuimos culpables de conducción temeraria
por acelerarnos demasiado pisandole a nuestros sueños.

Y entonces con tanta velocidad,
con tantas revoluciones,
con tanto llevarnos al limite,
te acabaste rompiendo como lo haría cualquier Mercedes

Era tarde, pero entonces aprendí a leer primero las instrucciones,
era tarde y aun así leí a Salem para ver si Carlos podría arrancarnos,
era tarde pero fue entonces cuando me di cuenta de la linea discontinua
cuando trataba de adelantar a mis rivales,
la verdad es que era tarde pero me di cuenta
que si la dirección es prohibida quizás lo mejor sea buscar otra calle

No sé si es la mejor de la metáforas,
pero yo también estoy pagando lo que debo a base de letras
aunque estas estén en formato poesía

@RubenCalvo8

lunes, 22 de junio de 2015

Copas.

Cojo el vaso, y lo lleno de hielos para asegurarme no tener noticias de tu calor, me preparo la primera copa y la bebo rápido para no darte tiempo a aparecer entre los hielos. Me apresuro y voy a por la segunda para que si apareces no te pille en mis pensamientos, y así avanza la noche con el llanto de los hielos contra los cristales de los vaso. Voy por la séptima copa y ya sé que está noche no vas a aparecer, me he pasado con la medicación y ahora llevo embriaguez de corazones rotos. Y es mejor así, porque como cojones voy a explicar sereno que te vi caminar sobre los sueños sin tener parentesco con Jesucristo, como cojones se puede explicar sereno que convierta todo el agua en vino por no poder rozar tus piernas, como cojones se puede explicar sereno que todas las noches violo mi bandera blanca al repetir esa ultima cena en la que te echara de menos y es que como cojones puedo explicar que eres el incumplimiento perpetuo del 9º mandamiento. Voy por el undécimo y solo he conseguido ver triple, el triple de miradas tristes, de sonrisas caídas por el suelo y de sentir el triple de peso sobre mis hombros. Dejo sobre la barra el rey de copas, esa carta que habia guardado bajo la manga desde que te marchaste, justifico mi ludopatia y me juego tu recuerdo con una mano precaria y una ultima copa.

Tengo una orquesta en la cabeza, me continua pesando demasiado la mirada y me cubro el pecho con las sabanas a modo de armadura evitando la flechas de ultima hora. Avanza el minutero seguida de su hija la pequeña al compás que marca el mecanismo, me levanto de la cama con los dos pies al tiempo para evitar eso del pie izquierdo, me acerco a la mesilla y cambio mi carta escondida por el dos de copas para que si nos vemos podamos beber juntos pero lo justo para no perdernos.



@RubenCalvo8

lunes, 15 de junio de 2015

¿Te arriesgarías?

Y si suponemos que me has sorprendido, que has dejado con la boca abierta a este corazón que no esperaba más visitas. Y si suponemos que se me escapa en un susurro eso que él me grita con cada latido. ¿Te arriesgarías?

Y si suponemos que nos encontramos una noche de verano en los que yo busque certeza con las cervezas y tú entre copas de ginebra. Y si suponemos que te sigo mirando aún cuando voy ciego y tú me acabas viendo doble. ¿Te arriesgarías?

Y si suponemos que el tiempo nos paraliza, que cada vez que nos miramos nos desnudamos el alma un poco más y que cuando sonreímos cada día es más por la culpa del otro. Y si suponemos que te dejo mi lado preferido de la cama ¿Te arriesgarías?

Me gustan las personas que llegan a nuestra vida como personajes secundarios y día a día van adquiriendo protagonismo hasta el punto que no es que tengan el papel principal si no que son una nueva historia, suponiendo que existan este tipo de historia ¿Te arriesgarías a escribirla conmigo?


@RubenCalvo8

domingo, 7 de junio de 2015

Guerra submarina.

Queda poco, y  nunca fuimos nada, hemos dejado hundirse el barco en el que supuestamente íbamos a ser felices tú y yo. No sé si hemos chocado contra un iceberg enorme hecho íntegramente de miedos, o que en realidad otros barcos nos ha atacado, el caso es, que estamos hundidos.

Me gustaría hablar de cómo mis dedos subían por tus muslos como si fueran explorares buscando un tesoro perdido, o como mi boca a la vanguardia te iniciaba la guerra todas las noches, o de nuestros tratados de paz cuando te llevaba el desayuno a la cama después de nuestra batalla, pero no sería verdad, nunca he podido contarte los lunares, ni he explorado tu cuerpo, ni si quiera mis labios ha podido abrir fuego contra tu piel.

Todo sería una mentira, si contara esta historia como si hubiera sido algo, no fue nada o casi nada, fue la confianza que mutuamente nos teníamos. Yo confiaba en ti porque sabía que nunca me atacarías a mala fe y tú creo que también confiabas en mí, no voy a aventurarme a decir porque, pero confiabas en mi.

Nos hemos hundido antes de ni siquiera haber batallado en uno de los camarotes, solo fuimos la confianza que nos teníamos. Pero, confianza es lo que necesito el inventor del submarino, confianza y algo de mala fe para intentar hacer la guerra bajo el agua, para pensar que los barcos hundidos aun pueden sobrevivir para presentar batalla, supongo que  todo vale en el amor y en la guerra, así que ¿Qué te parece si ésta vez luchamos con submarinos?


@RubenCalvo8

viernes, 5 de junio de 2015

El beso 301.

El otro día leí en el periódico un estudio sobre la cantidad de besos necesarios para que una pareja se consolide, me resulto curioso, que algunos traten de cualificar el amor, cuantificando sus besos, pero el caso es, que según ellos, una pareja no es realmente eso hasta el beso 301.

Ellos dividían la fase de consolidación en dos, la primera de ellas son los 50 primeros besos, en los que van desde ese primer beso en el que pruebas a que saben sus labios, a los 49 posteriores en el que debes encontrar los matices, sus momentos dulces o amargos, si siempre todo beso dulce tiene un matiz amargo o si al final todos acaban siendo algo insípidos.  En definitiva, necesitas encontrarte 50 veces con sus labios para empezar a pensar en ellos como el hogar de los tuyos.

Después necesitas 250 más para saber que realmente esos labios no son tuyos por préstamo del banco, supongo que es algo así como que tienes 300 besos de hipoteca por cada amor. Son los que necesitamos para saber que ella hace magia con nosotros, son los 250 besos en los que demuestras que sabes compaginar esos besos que rompan la rutina, con esos de tú eres mi rutina preferida.
 
Así que nada es seguro hasta el 301, la verdad es que no soy muy de fiarme de estas cosas, no creo en los fantasmas si no los he visto atravesar una pared, ni creí en el miedo hasta que me quede paralizado. Pero, parece ser que 301 es el número que necesitas para confirmar que su magia no entiende de trucos.

Yo soy ese chico que algo le impide romper esas cadenas de buena suerte de los teléfonos móviles, y ese que es demasiado impaciente para comerse primero el plato que menos le gusta, así que, si tú, amor de mi vida, estás leyendo esto, no te preocupes que el primer beso que te dé será el 301.


@RubenCalvo8

miércoles, 3 de junio de 2015

Rayos de sol.

Siempre estará en el centro de todos los debates, discutiremos sobre el tema para luego después intentar auto-convencernos de que teníamos razón. Y si, el amor existe, ese amor que es puro fuego avivado con gasolina, que nos mantiene en vela aún cuando la llama ya se ha apagado y la cera se ha consumido, pero en realidad el amor es como el sol, estable casi siempre, dormido, dando el calor justo cada día, sin darnos soluciones a los problemas, ni problemas cuando pensamos que ya está todo solucionado. Hasta que alguna mecha se enciende o alguien pulsa un botón, y todo se activa, y ese sol crece absorbiéndolo todo, haciéndose lo más grande, lo más importante, convirtiéndose en una gigante blanca para luego con el tiempo, los engaños, la desconfianza, los miedos o los celos se acabe apagando y se vuelva una enana marrón.

Os recomiendo que aún así os enamoréis, que no le tengáis miedo, que lo aprovechéis, que no perdáis el tiempo, porque cuando el amor surge es el instante que precede al momento en que aquella gigante blanca se empiece a contraer para volverse la enana marrón, pero aún así debéis dejaros llevar por su fuerza gravitatoria, por su onda expansiva, y sobre todo aprovechar cada segundo besándola lento para aprovechar mejor el tiempo. El amor es como el sol porque siempre está ahí sin darnos apenas cuenta, y porque cuando crece es solo el inicio de su extinción. Yo siempre la dije que era todo un solete y como me jode haber vuelto a tener razón.

Hemos aprendido a amar los rayos de sol, a vivir con su calor, y eso está bien, pero es importante aprender a querer los periodos de su ausencia, y a la luna por consiguiente, porque recordar que el amor siempre acaba como el sol, apagado. Por eso, debemos aprender a vivir con tan solo la luz que nos llega cuando la luna hace de espejo de los rayos del sol, dándonos tan solo su reflejo, como la noche nos hace recordarla, haciendo de espejo del amor.


@RubenCalvo8

lunes, 1 de junio de 2015

¿Norte o sur?

Ella el norte, tú el sur, ella el paradigma de lo ideal, tú la autentica felicidad, ella el ayer, tú el todos los días. Ella era la chica de los ojos tristes, de lo formal, de ponerse la mano frente a la boca cuando se reía, siempre chocando con sus vergüenzas en todas las esquinas, y tú tan que me miren, que veras como les sorprendo, la chica de las risas a carcajadas y los ojos claros.

De ella me llamo la atención su sonrisa, y el no comprender como detrás de esa sonrisa parecía haber una niña pidiendo a gritos que alguien la salvase, y yo que quizás he leído demasiadas historias de heroicos caballeros y de princesas en apuros, no tarde en ajustarme el yelmo e ir a matar a todos sus dragones y librarla así de su cautiverio en la torre más alta del castillo de sus miedos. Y entonces llegabas tú sin espada ni armadura, y derrotabas a todos los dragones que ahora eran mis carceleros, con tus ojos claros, y la sonrisa de la niña despreocupada, siempre sacando a este valiente caballero de todos sus aprietos. Confieso que nunca te he visto la corona, pero coño no te hace falta para ser la mejor de las princesas. Ella la princesa en apuros y tú la princesa que siempre me saca de todos mis apuros.

Me gustan las personas que paran el tiempo, que congelan los segundos y hacen que el mundo deje de girar, y eso es lo que siempre has hecho conmigo, dejarme helado, parar el tiempo y restarle importancia al resto del mundo. Mi mundo era ella, sus miedos, que ahora también eran los míos pero entonces llegabas tú y sin cambiar de trucos me volvías a hacer magia.

Ella tan Londres en otro día lluvioso, tú tan Sevilla a mediados de Abril y yo en la terminal con el dinero justo para un único billete de ida y una pregunta, ¿Norte o Sur?  

viernes, 29 de mayo de 2015

Poeta.

Puede que muchos no consideren esto poesía, es más estoy seguro que yo no soy poeta, no sé si soy un loco que juega a hacer poesía o simplemente uno cuerdo que cuenta lo que vive. La verdad es que hay que estar muy loco para tratar de hacer poesía, para guardar con palabras aquello que te quieres sacar del cuerpo, sí del cuerpo, que yo no estoy tan seguro que los sentimientos se guarden solo al lado izquierdo del pecho, que cuando te veo él se acelera, me cuesta respirar, pienso poco o demasiado, la voz se trastabilla y los ojos van solos persiguiéndote. Sé que esto es más cosa de fisionomía y esas otras ciencias, que son ellas las que te enseñan cómo funciona eso que no comprendes, pero creo que de eso, los poetas saben también un poco, que es que la poesía quizás tan solo sea aquello que estudia lo que el cuerpo siente, pero claro, yo no soy poeta.

Que no sé si es que yo también estoy al borde del naufragio como Loreto Sesma en aquella habitación 338, o que a yo también siento inviernos sin sol cuando me ahoga la distancia como a Escardar Algeet o es que quizás yo también me torturo preguntándome “¿Que es poesía?” como Bécquer, pero probablemente esto que yo hago tan solo sea encadenar palabras porque recordar que yo no soy poeta.

Ellos hacen que las letras tengan formas, que las frases dibujen rostros, y además uno diferente para cada uno y que por cada estrofa salga una historia. Unos escribieron hace mucho, otros hace no tanto, y aun hay gente que escribe, pero eso da igual, porque como ya dijo el más grande, “podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía”, y es una suerte porque yo no soy poeta.


@RubenCalvo8

miércoles, 27 de mayo de 2015

Gracias autodestrucción.

La ciencia habla del ciclo de la vida como si fuera lo más básico que ha existido. Nacemos, crecemos, nos relacionamos y finalmente morimos. Ojala fuera tan fácil, ojala solo hubiera esas variables,y ojala solo eso fuera mi ecuación, pero hay que tener en cuenta la amistad, esos amigos que nos ponen un aprieto a veces o que nos dan oxigeno otras, el amor de tus padres y como te asfaltan el camino para que no caigas, y por supuesto, el amor a ella, sobre todo el amor a ella.

Era ese niño feliz en que nunca había salido de su zona de confort que pensaba que tan pronto como los problemas vienen, se van, pero, siempre llega un momento en el que no se van, en el que te tienes que aprender a buscarte la vida y fue entonces cuando me volví aquel chico inseguro, lleno de complejos y que se enumeraba los reproches al oído, que no se aguantaba la mirada al espejo por no gustarle el reflejo pero es que entonces te conocí. Sonara a tópico, a que es la misma historia de siempre por otro loco contada, sonara a que estoy tirando de inventiva para rellenar otro escrito pero es que es verdad te conocí y me salvaste.

Llego ese punto en el que das cuenta de que te encanta, de has encontrado ese algo que sin tener porque ser especial, te hace que tú te sientas así. Llego ese punto en el que el chico lleno de complejos no podía creerse que algún día le pasará a él con ella, no a ese chico del espejo. Y llego ese punto en el que te miras a él, al maldito espejo y le sonríes con sorna, te podas las hojas secas, esas que te hacen crecer torcido y por una vez crecer hacia arriba, hacía el cielo, hacia las estrellas, hacia ella.

Hoy soy ese chico que no tiene miedo, que contra un ejército de gigantes podría enfrentarse, que se mira al espejo y se hace colega del reflejo. Te conviertes en ese que sueña con la grandeza y cree que su destino está escrito en las zonas oscuras que separan las estrellas, que deja de tener sueños para tener metas, que sabe que todo se puede si todo se quiere, que sabe la suerte que tuvo, al ver aquel barco en la lejanía lleno de sonrisas cuando se encontraba en pleno naufragio.

Hemos corrido gritando “banzai” con los reproches,  hemos estado dispuestos a estrellarnos como kamikazes en periódicas despedidas y nos hemos hecho el harakiri con regresos fuera de línea. Fuimos mucho más que dos simples conocidos, fuimos la autodestrucción hecha rutina. Pero todo se acaba, todo pasa y todo cambia, eso dicen, hoy estoy escribiendo ese escrito que jamás pensé que escribiría. No vengo para decir que nos volveremos a cruzar, esta vez no hay esquinas de Madrid que valgan, ni que el futuro nos volveremos a encontrar, ni siquiera que este es un punto y aparte para descansar de la historia, coger aliento y continuarla más adelante, este es el final, el punto y final. Hoy estoy dejándome las pulsaciones de cuando me mirabas entre las teclas, a ver si por fin consigo despistarlas, hoy he decidido que está es la mejor forma de avanzar y dejar todo atrás. He pensado en despedirme de una manera especial, de alguna manera que no hiciera pensar que mañana hablaría de ti otra vez. Hoy simplemente vengo a decirte, a escribirte que gracias, que hoy soy yo por alguna vez haber sido más tú que yo y por tú tener esa mala costumbre de mejorar todo lo que tocas. Hoy me tengo que agradecer ser quien soy a mí, pero la verdad es que no sería justo que no nos repartiéramos el merito.

Ella ha sido toda mi autodestrucción, pero dicen y creo que con razón, que a veces hay destruir para construir. Gracias a ti, por ser tú, por enamorarme a mí.


@RubenCalvo8