lunes, 1 de junio de 2015

¿Norte o sur?

Ella el norte, tú el sur, ella el paradigma de lo ideal, tú la autentica felicidad, ella el ayer, tú el todos los días. Ella era la chica de los ojos tristes, de lo formal, de ponerse la mano frente a la boca cuando se reía, siempre chocando con sus vergüenzas en todas las esquinas, y tú tan que me miren, que veras como les sorprendo, la chica de las risas a carcajadas y los ojos claros.

De ella me llamo la atención su sonrisa, y el no comprender como detrás de esa sonrisa parecía haber una niña pidiendo a gritos que alguien la salvase, y yo que quizás he leído demasiadas historias de heroicos caballeros y de princesas en apuros, no tarde en ajustarme el yelmo e ir a matar a todos sus dragones y librarla así de su cautiverio en la torre más alta del castillo de sus miedos. Y entonces llegabas tú sin espada ni armadura, y derrotabas a todos los dragones que ahora eran mis carceleros, con tus ojos claros, y la sonrisa de la niña despreocupada, siempre sacando a este valiente caballero de todos sus aprietos. Confieso que nunca te he visto la corona, pero coño no te hace falta para ser la mejor de las princesas. Ella la princesa en apuros y tú la princesa que siempre me saca de todos mis apuros.

Me gustan las personas que paran el tiempo, que congelan los segundos y hacen que el mundo deje de girar, y eso es lo que siempre has hecho conmigo, dejarme helado, parar el tiempo y restarle importancia al resto del mundo. Mi mundo era ella, sus miedos, que ahora también eran los míos pero entonces llegabas tú y sin cambiar de trucos me volvías a hacer magia.

Ella tan Londres en otro día lluvioso, tú tan Sevilla a mediados de Abril y yo en la terminal con el dinero justo para un único billete de ida y una pregunta, ¿Norte o Sur?  

No hay comentarios:

Publicar un comentario