viernes, 2 de marzo de 2018

Dueles.


Alguien me puede decir
porque preguntamos a los demás cosas
que ni siquiera nosotros
nos querríamos responder.

Cuando saben dónde estás
y aún así no son capaces de encontrarte,
es porque en realidad
no han empezado a buscarte.

Duele.
Y duele porque
yo daría la vuelta al mundo
solo para comprobar si estás debajo.

Y es que, a veces,
cuando decides marcharte
esperas que te esposen a la silla
y te digan que no vas a ninguna parte.

Cuando se es verdaderamente valiente
es con un hoy si y mañana no lo sé
y seguir quedándote
como si supieras que es para siempre.

Duele.
Y duele porque con ella
es un hoy no y mañana
es posible que no sonría al verte.

Y es que, a veces,
lo importante no es que pasé,
si no tener el valor de arriesgarte.

Cuando estás aplaudiendo el truco
y hay por detrás una voz
que te dice que en realidad
el conejo no desaparece.

Duele.
Y duele porque si me explicas
tu truco dejarás de ser magia
para ser una estafa.

Y es que, a veces,
la magia no está en el hecho,
si no en tu derecho
a soñarlo como quieras.

Y no se porque,
y tampoco quiero saberlo,
pero, coño, dueles.

@RubenCalvo8

lunes, 5 de febrero de 2018

Mañana

Vivimos en un quizás,
en un tal vez,
en un mañana mejor.

La vida pasa,
los sueños salen por debajo de la puerta
y el frio entra por la chimenea.

Las historias se repiten,
como un cigarro que se resiste a acabar,
como la resaca de los domingos,
diferentes, pero siempre igual.

Estoy cansado de perder sonrisas
por esa manía tan mía de querer siempre más,
que no me dejan vivir,
que no me terminan de matar.

Porque hoy no
y mañana, quizás.

@RubenCalvo8