lunes, 23 de mayo de 2016

Con luces de emergencia.

Nunca olvidaré aquella noche
que dejé el orgullo volcado en una cuneta.

Cuando se te cruza el miedo,
lo peor es tratar de esquivarlo,
intenta que si te sorprende al menos
que sea acelerando.

Pasó tan jodidamente deprisa,
que cuando quise darme cuenta,
ya tenía la vida del revés
y la cabeza boca abajo.

Aunque yo no terminaba
de saber si fue culpa
de los zapatos o del asfalto.

Como quien no termina
de saber si culpar a la piedra
o a quien se empeña en superarla.

Me quede como quien no se cree
que todo haya pasado tan rápido.

Como quien no admite
que no le haya dado tiempo a disfrutarlo.

Y es que os aseguro que lo doloroso
no es el golpe,
es el admitir que te han noqueado.

Aún hay días que trato de levantar a pulso
los sueños como lo hice aquella noche,
pero aún hoy siguen pesando demasiado.

Ya no tenía la cabeza boca abajo,
pero ella seguía explorando
y todo esto por no admitir
que todo se había acabado.

Y es que ,a veces,
lo peor no es tener que arrastrarse,
es saber que nunca volverás
a estar del todo levantado.

Fue como cuando recibes
un gol en el tiempo extra,
te dejan sin ninguna opción de remontada.

Y es que, no es cuestión de empatar o no,
es la satisfacción de no haber tirado la toalla.

A veces pensamos
que nosotros no necesitamos reglas,
que eso de poner las luces de emergencia
son para quien no sabe esquivar lo que bloquea.

Pero como he dicho al miedo 
se le vence acelerando,
pero, eso uno no lo comprende
hasta no haber chocado.

@RubenCalvo8

martes, 26 de abril de 2016

Consejos de supervivencia.

Hoy he aprendido que si no tienes nada que decir,
es mejor que te calles, 
que si no sabes mirar al pasado, 
lo mejor es que cerrando los ojos 
te escondas en una trinchera donde te sientas a salvo. 

Que es verdad que viviendo con los ojos cerrados 
es posible que te choques contra alguna farola, 
pero te garantizo que nada, absolutamente nada, 
golpea tan duro como la vida.

Aunque la verdad es que yo 
nunca me he sentido tan a salvo 
como cuando vivía cerca del peligro, 
del miedo, de ella.

Así que tu veras que haces,
pero yo no sé mirar hacia otro lado.

Últimamente también he comprendido,
que si no tienes en quien agarrarte, 
lo mejor es que te prepares para un buen golpe.

Así que no importa lo hondo que caves la trinchera,
que si estás solo nunca te sentirás verdaderamente a salvo.

Que sé que en el amor y en la guerra todo vale,
pero si se comenten atrocidades, 
no culpemos solo a a los soldados.

Y es que aquí la culpa se la reparten,
tanto quien aprieta el gatillo,
como quien fabrica la pistola.

Que si al acercarte a ella te ha advertido,
que en las distancias cortas 
suele dejar herida, no te quejes del dolor 
si sigues abrazándola.

Y por ultimo diré que aunque el amor
se parezca a la guerra en algunos casos,
yo nunca actué para hacer daño.

@RubenCalvo8

sábado, 26 de marzo de 2016

Barquitos de papel.

Había una vez, un niño
al que le pesaban los pies al andar,
que soñaba con ser capitán
de sus barcos de papel.

Soñaba con crecer,
con descubrir mil mares que navegar,
con repartirse su propia suerte,
con ser su único crupier.

Este niño le hubo una vez,
porque ya no está.
Unos dicen que murió,
otros que desapareció,
pero yo os aseguro sin terminan
de negar la primera ni la segunda,
que simplemente, me hice mayor.

Y es entonces, cuando comprendes
que la vida está hecha mal,
cuando de pequeño quieres ser mayor
y de mayor te gustaría volver a ser pequeño.

Porque yo al contrario
que Peter Pan odiaba la idea de no crecer.

Y es que os aseguro,
que tras casi 20 años al timonel
navegando por la vida,
yo también echo de menos
 aquellos barquitos de papel.

@RubenCalvo8

jueves, 3 de marzo de 2016

Hay gente... y luego eres tú siempre.

Qué bonita la gente que va
cuesta abajo y sin frenos
pero que lo hace sonriendo.

Y qué mala suerte la mía
al no haber leído el prospecto
donde ponía los efectos secundarios
de dejarte entrar en mi vida.

Y es que, hay gente
que te rompe por dentro
con tanta delicadeza
que te hacen adicto a los pedazos.

Si echar de menos
es ya de por sí una putada,
imaginad echarla de menos a ella.

Porque hay gente
que es magia
aunque nunca se dé cuenta.

Y cuando digo gente,
eres tú siempre.

@RubenCalvo8

lunes, 22 de febrero de 2016

Cuando nace el nosotros.

Me gustas tú,
porque contigo los miedos no abultan,
cuando eres tú,
porque no eres chica apta de censuras,
como eres tú,
porque no hay sueños en los que no te incluya,
donde estés tú,
porque el mundo sin ti seria una chapuza.

Me gusta cuando hablas
como si nadie más nos escuchara,
cuando olvidas que hubo un ayer
y que habrá un mañana,
cuando olvidas medir las palabras
y delimitar las sonrisas,
cuando miras ignorando
el mundo que a tú son gira.

Me gusta cuando nos sobran caladas
y faltan pulmones
cuando se nos consume
el cigarro en la mano,
porque lo olvidamos
mientras nos miramos a los ojos,
porque se junta el tú y el yo.

Porque nace el nosotros.

jueves, 7 de enero de 2016

Heridas.

Las más peligrosas son esas
que te sonríen con el cuchillo en la mano
y la sonrisa abierta.
No dan miedo, pero deberían.

Me sonrió y me enamoro,
 a mí, que estaba cansado
de decirle a mi corazón
que no le abriera a desconocidos.

Y es que cuando ella sonríe no tienes elección
por mucho que veas el cuchillo
y ya imagines la herida.

Aun hay veces que pienso que estoy loco,
pero entonces te miro y no es que se me pasé,
que también,
si no que comprendo al menos porqué.

Y supongo que hay heridas
que no sanan ni con poesía.

@RubenCalvo8

lunes, 4 de enero de 2016

Señorita Nicotina.

Ella tiene ese algo
que te deja sin poder respirar.

Y es que, ya no sé mover las alas
desde que sé que no es ella
quien me sopla el viento.

Y claro, con ella
es algo así como imposible
no ponerse a comparar.

Porque hoy en día,
vivimos en un tiempo
en el que parece que muchas compiten
a ver quién puede enseñar más.
                                                                                    
Que hay algunas que no comprenden
que por mucho escote que lleven,
con una mirada,
ella las borraría del mapa.

Porque el vicio,
no está solo en tener donde agarrar.

Ella es como un cigarro mal apagado,
que aunque parece inofensiva,
está preparada para provocarte mil incendios.

Porque es,
como el primer cigarro del domingo,
no se fuma por ganas si no por vicio.

Ella es una señorita nicotina
sin necesidad de nada más.
Y que suerte,
y joder, que vicio.

@RubenCalvo8