sábado, 26 de marzo de 2016

Barquitos de papel.

Había una vez, un niño
al que le pesaban los pies al andar,
que soñaba con ser capitán
de sus barcos de papel.

Soñaba con crecer,
con descubrir mil mares que navegar,
con repartirse su propia suerte,
con ser su único crupier.

Este niño le hubo una vez,
porque ya no está.
Unos dicen que murió,
otros que desapareció,
pero yo os aseguro sin terminan
de negar la primera ni la segunda,
que simplemente, me hice mayor.

Y es entonces, cuando comprendes
que la vida está hecha mal,
cuando de pequeño quieres ser mayor
y de mayor te gustaría volver a ser pequeño.

Porque yo al contrario
que Peter Pan odiaba la idea de no crecer.

Y es que os aseguro,
que tras casi 20 años al timonel
navegando por la vida,
yo también echo de menos
 aquellos barquitos de papel.

@RubenCalvo8

jueves, 3 de marzo de 2016

Hay gente... y luego eres tú siempre.

Qué bonita la gente que va
cuesta abajo y sin frenos
pero que lo hace sonriendo.

Y qué mala suerte la mía
al no haber leído el prospecto
donde ponía los efectos secundarios
de dejarte entrar en mi vida.

Y es que, hay gente
que te rompe por dentro
con tanta delicadeza
que te hacen adicto a los pedazos.

Si echar de menos
es ya de por sí una putada,
imaginad echarla de menos a ella.

Porque hay gente
que es magia
aunque nunca se dé cuenta.

Y cuando digo gente,
eres tú siempre.

@RubenCalvo8