Y
tú fuiste y me miraste con esos ojos que piden guerra
y
esa sonrisa que dispara flechazos cual cupido,
me
tocaste el hombro y pase de 0 a 100 en dos latidos,
fundí
el cuentakilómetros,
te
tome todas las direcciones prohibidas
sabiendo
que allí estaban tus curvas.
Nos
pasamos de revoluciones,
sobre
calentamos el motor y
llenamos
de humo la habitación.
No me dí por vencido
y metí la ultima marcha
para
ser el primero en ver
la
bandera a cuadros en tu ventrículo derecho.
La verdad es que fuimos culpables de conducción temeraria
por
acelerarnos demasiado pisandole a nuestros sueños.
Y
entonces con tanta velocidad,
con
tantas revoluciones,
con
tanto llevarnos al limite,
te
acabaste rompiendo como lo haría cualquier Mercedes
Era
tarde, pero entonces aprendí a leer primero las instrucciones,
era
tarde y aun así leí a Salem para ver si Carlos podría arrancarnos,
era
tarde pero fue entonces cuando me di cuenta de la linea discontinua
cuando
trataba de adelantar a mis rivales,
la
verdad es que era tarde pero me di cuenta
que
si la dirección es prohibida quizás lo mejor sea buscar otra calle
No
sé si es la mejor de la metáforas,
pero
yo también estoy pagando lo que debo a base de letras
aunque
estas estén en formato poesía
@RubenCalvo8
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