martes, 1 de septiembre de 2015

La hija de las mareas.

Eres esa chica que me haría jurar
por todas la santos
que sé y las que invento.

Tiene esa mirada que marcaría
el ritmo de las olas
de cualquier playa inexplorada,
Para luego volver a mirar con la sencillez
de quien no controla la marea.

Estar a su lado es
como llevar un chaleco antibalas,
te sientes a salvo
aunque tengas que llevar una bengala
por si te mata con la mirada.

La vida está hecha para reír,
para reír alto, bajo, con ganas
y cuando quieras, pero reír.

Y si la risa es la vida,
es tu sonrisa quien me da la mía.
Es como uno de esos acantilados
que quedan preciosos en las fotos,
pero que siempre guardan un poco de riesgo,
de miedo.

Que no hay lunes que tus piernas no sepan torear,
ni viernes en los que no puedan brillar.

Se te ve preciosa de día,
inmensa e infinita de noche,
quizás es que al final va a ser verdad
eso de que es la hija de las mareas.

Eres como un pedazo de mar
tomando el suelo de prisionero,
conquistando mi vida,
una bahía de esas que inspiran poesía.

@RubenCalvo8

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