Es
como sentirte imbécil por volver a pensar que quizás está vez si es a ti a
quien echaba de menos, por darte cuenta de que debiste creerla la primera vez
que te dijo que nunca pasaría, por saber que lo que paso ayer y que siempre
querías mejorar, es lo mejor que puedes encontrar.
Es
como sentirte confundido por no saber que pasó, si fue culpa tuya o mía o
quizás de los dos, como quedarte con esa duda de si podrías haber hecho algo
más, por no saber si es porque, al final, se canso de mediar con el loco de los
“te quieros” improvisados.
Es
como sentirte nostálgico por no haberte atrevido a intentar ese beso con el que
soñabas, por no saber si habrá otra oportunidad u otro momento en que te
vuelvas a pedir que te quedes un rato más, por saber que has desperdiciado esa
segunda oportunidad que pediste sin hablar.
Es
como sentirte cansado por no poder parar de pensar que no hay más amor más allá
de esos labios que te quedaste sin probar, por no saber porque el destino nos
volvió a juntar para hacerme de rabiar, por no ser capaz de comprender que yo
solo fui un amigo más.
Es
como sentir sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario