Siempre
se me ha dado mal eso de distinguir entre la ficción y la realidad y demasiado
bien eso de soñar, con ganas y grandes vuelos, pero el problema está en que hasta
creo ver alas en mi espalda al despertar. Siempre me ha dado por soñar con el
amor, con ese momento, y ese lugar, con esa persona que tiene toda gran
historia, con momentos que te dejen sin aliento, y sin ganas de decir nada, que te
pongan la piel de gallina y el corazón acelerado. Yo que soy algo raro o algo
especial, que aún miro las estrellas cada noche, supongo que era de esperar que
me diera por eso de soñar.
Soy
muy de creer mi propia historia, de apartar lo malo y pensar que puedo con
todo, soy muy de soñar incluso despierto y pensar que en aquel momento nos fumábamos la vida y vivíamos cada
cigarro, aunque no sea cierto, y claro, así nos va.
Supongo,
que las personas que tenemos la suerte de que nos dé por soñar debemos aprender
a convivir con eso de despertar, yo seguiré practicando un poco más, pero hasta
entonces “perdona, si te llamo amor”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario