lunes, 16 de marzo de 2015

Me sigues apeteciendo.

Como en los buenos tiempos, cuando nos queríamos, aunque nunca fuera al tiempo y ni tan siquiera de la misma manera, cuando nos decíamos todo lo bueno que teníamos y no hablábamos de nada malo, y no porque no lo guardáramos para nosotros, si no porque simplemente no había nada malo que decirnos. Cuando se nos hacía difícil no saber qué tal le había ido el día al otro, o no contarle aquello que nos preocupaba, cuando hacíamos tonterías de cosas serias, y cosas serias de nuestras tonterías. Cuando éramos algo, no sé el que fuimos, pero lo fuimos.

Como en estos malos tiempos, en los que tú ya te has cansado de tenerme ahí al lado, en el que ya no te apetece mirarme. Como ahora que eres el peligro de que todo se me caiga con tan solo un par de palabras de reproche, ahora que parece que tu indiferencia se empeña en presentar batalla incluso en mi retirada. Como ahora que pensaras que sigue el tonto con su tontería. Como ahora que somos menos que antes aún nunca habiendo sido nada.

Y no sé si lo mejor es volver a los buenos tiempos o seguir con estos malos, no tengo ni idea pero es que, joder, me sigues apeteciendo.

4 comentarios:

  1. Increible como escribes y todo lo que transmites y haces sentir.

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  2. Cuando se escribe desde la experiencia siempre se acierta con las palabras, y tu haces de tus palabras la experiencia del lector. Chapeau!

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