Ella
era un solete, él siempre buscaba los rayos de sol al despertarse. Ella era
inexplicable, él nunca necesitó ponerle nombre a las cosas. Ella era rara, él
estaba loco de remate. Ella estaba esperando a su amor, él la quería sin haber
despertado nunca a su lado. Ella lo miraba con indiferencia, él cuando nadie le
viera. Ella nunca había creído en cuentos de hadas, él buscaba a su Julieta.
Ella suspiraba sin motivos, él no los necesitaba para sonreír. Ella pensaba que
todo pasaba por algo, él lo llamaba destino.
Ellos
se parecían, tanto, que hasta en lo que se parecían se diferenciaban, tanto,
que en lo que se diferenciaban se complementaban. Ellos eran las dos caras de
una misma moneda. Ellos dejaron pasar los días,
se despidieron y se olvidaron pero con los años se recordaron y se
arrepintieron de no haber combatido al frio de aquellos días, como podían. Con
ella, él. Con él, ella. Como sólo ellos podían.
@RubenCalvo8
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